La Cueva Misteriosa
>> martes, 7 de abril de 2009
por Natalia Había una vez una bruja que no era mala. Tenía la piel amarillenta y con muchas arrugas. Siempre llevaba con ella su sombrero morado y negro a rayas, un vestido marrón con estrellas amarillas, una escoba de dos metros roja, y un loro verde que siempre se apoyaba en sus hombros. La bruja, que se llamaba Melaya, se iba a ir de viaje a una isla grande y con mucha vegetación, en un barco pequeño y blanco. Al paso de dos horas llegó, y se metió en una cueva para andar, pero al rato salió. Se dio cuenta de que había perdido su escoba y su loro, pero descansó. Después entró y tuvo que atravesar un laberinto muy lioso. Cuando lo cruzó estaba su loro. Melaya, al rato, se encontró con un señor, que era de aspecto muy extraño. El señor no le dejaba pasar. Ella intentó convencerlo de todas las formas que pudo, pero como no lo consiguió, acabó enfadándose, y entonces hizo un hechizo mágico. Después se dio cuenta de que él barría con su escoba y pensó que lo mejor sería irse volando a su ciudad. Ella se fue, pero nunca llegó a saber que esa isla tan misteriosa se llamaba "La isla de los objetos perdidos" Melaya no quiso volver para que no se le perdiera nada.
jueves 9 de octubre de 2008
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