EL AGUA MÁGICA
>> martes, 7 de abril de 2009
Había una vez un niño llamado Carlos, que vivía con sus padres y sus hermanos.
Un día de viento, su madre les dijo que no saliera y se esperó a que el viento se calmara. Cuando se calmó, Carlos salió en dirección al bosque. Caminando por ese terreno encontró una cueva y como sintió curiosidad por saber lo que podría encontrarse en ella, decidió entrar. Cuando entró vio una fuente ancha y extensa, repleta de agua. Bebió de ella más o menos dos vasos de los pequeños y se quedó observando un buen rato.
Después salió y volvió a casa. Lo que él no sabía era que ese agua estaba hechizada y el que bebiese no podría hablar hasta tres horas. Llegó a casa y cuando le preguntaban no contestaba.
Al fin y al cabo se le pasó el hechizo.
lunes 30 de marzo de 2009
1 comentarios:
¡ Vaya hechizo extraño !.
Menos mal que al final se rompió.
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